viernes, 10 de junio de 2016

ANNAPURNAS, NEPAL (1ª parte), BESHI SHAHA - CHAME (25 al 30 de Mayo de 2014)

Por fin voy a cumplir otro de mis sueños, andar por los Himalayas, más concretamente por los Annapurnas, en Nepal.

Mi idea original era rodear la montaña sagrada Kailash, en el Tibet, pero las autoridades chinas cerraron la frontera a los extranjeros, de modo que tuve que cambiar de planes.

Salí de Valencia el día 23 de Mayo, y tras un par de noches en Katmandú, de la que hablaré en otro post, salí de madrugada con mi guía Raj hacia Beshi Shaha, inicio del trekking.

Serán 23 días en Nepal.

Primeras vistas.
Después de un viaje en una pequeña furgoneta con veinte personas apretadas, por pseudocarreteras en obras, llegamos a Beshi Shaha y empezamos a caminar hasta Bhulbhule, a unos 9 Km.

Bhulbhule

Raj, mi guía.
Pensé que iba a ir en un grupo reducido, pero al llegar a Katmandú me dijeron que no había nadie más, menos mal que demostró ser un buen tipo y lo llevamos bien, al menos por mi parte.

Casas típicas de las zonas bajas.


El barbero de Bhulbhule.

Callejeando un rato.

Mi ventana.

Mi colega de habitación.

A la mañana siguiente.

Caminando entre bosques húmedos.


Viendo crecer el maíz.

Típicos canastos de transporte.

Bolsos a la espalda y en la frente.

Parada a comer.




Llegamos a Gherum, fin de etapa.


El hotelito.
 Es muy agradable. Paseo, charla con unos hispanos, cena y a dormir.


Al día siguiente reiniciamos la marcha. La vegetación es exuberante y se mezclan los bosques con los cultivos aterrazados.

Nosotros vamos por una senda frente a la carretera.
 "Eso" de la foto es la principal carretera de la provincia.

Y esto es la calzada.

De cuando en cuando aparecen pueblos entre árboles y riscos.



Panales silvestres.

Un servidor cruzando uno de los muchos puentes colgantes.

Propaganda electoral. No me preguntéis de qué partido.

Llegada a Tal.
 Está encajonado en un angosto valle, la noche cae de golpe.

Por encima de las montañas, la luz.

En el fondo, la penumbra.

Al día siguiente. 
Un porteador cruzando el puente.


Simpática cabra en el camino.

Vamos entrando en zona budista.




Y llegamos a Timang, un bonito pueblo con vistas espectaculares. 
Parada y fonda.

Deberes infantiles.

Y esta es Laksmy, una encantadora criatura que me llevó de la mano por el pueblo enseñándome como se llamaban las gallinas, los pollos y las flores. Creo que si me quedo dos día más casi hablo nepalí.


Pero como soy un poco zoquete, sólo recuerdo que gallina es kukhura

Te puedes pasar el tiempo sentado viendo como cambia el paisaje.






También puedes observar a las gentes.

Vendedores ambulantes.

Amanecer en Timang.


Mi habitación.

Mi té.


Otra cabra, ya de camino.

A lo lejos.

El transporte por estos lares se realiza a lomos de gente o de caballerías.


Ya en Chame, vemos un campeonato de voley.

Expectación en las gradas.




Fin de partido.

Campana de oraciones.

La cuadrilla.



Saliendo del pueblo por la puerta-stupa.

Mandala pintado en el techo.

Oraciones en piedra.


Conforme ascendemos la arquitectura se va tornando en piedra y se nota la influencia tibetana.