jueves, 9 de junio de 2016

ANNAPURNAS, NEPAL (2ª parte), CHAME - YAK KHARKA (31 de Mayo al 3 de Junio de 2014)

Tras dejar Chame nos dirigimos hasta Upper Pisang. Conforme avanzamos y ascendemos los paisajes van siendo cada vez más montañosos, dando paso a los bosques de coníferas y predominando la etnia tibetana.


Apenas se ven algunas motos, las cuatro ruedas han desaparecido y abundan las recuas de mulas.


Por todas partes se ven banderas de oraciones tibetanas.

Parada a comer en Dikhu Pokhari.
Suelen cocinar con leña.


Ruedas de oración por caminos y pueblos.
El caminante las hace girar al pasar.


El albergue en Upper Pisang.
Es un precioso pueblo con características totalmente tibetanas.
Aquí pasaremos la noche con velas, ya que llevan diez días sin electricidad.

Damos un paseo y conozco al maestro y la nueva escuela.


Me gusta la arquitectura de estos pueblos. Piedra y madera integradas a nivel humano en la tierra.



Piedras que sujetan las tablas del techo.

Acopio de leña para cocinar y para el invierno, no olvidemos que estamos a más de 3000 m.

Y en lo alto nos encontramos con el nuevo templo budista.


Las ventanas de las casas son  pura obra de arte.





La puerta stupa.
Las stupas son construcciones budistas que contienen en su interior reliquias o textos sagrados.

Vista del techo desde abajo. Suelen estar pintados con mandalas y personajes de la mitología budista.



El descanso del caminante.

Cena a la luz de las velas.
(El móvil está de adorno, no hay teléfono ni electricidad).


Raj tomándome nota del menú.

Anochecer desde mi ventana.

La noche, silencio y silueta.

Al día siguiente emprendemos el camino a Manang.
Se empiezan a ver montañas de más de 7000 m.



Pasamos por Garu, a 3670 m de altitud.
Me empieza a afectar la altitud, me siento más cansado.

Voy a orar un rato, a ver si llego entero.



Y continuamos.

Vieja stupa en la senda.

Descanso y comida en Nawal.

Cuando el presupuesto no llega, se usan latas como ruedas de oración.

Sopa, deliciosas patatas de montaña y té.




Pasamos por Braga, un pueblo de cuento, cerca de Manang.




Y siguiendo la costumbre, empieza a llover al atardecer.


Manang, capital del distrito.

El Tilicho Hotel.
Aquí comí una hamburguesa de yak, muy rica. Necesitaba carne, llevaba una semana sin comerla y la altitud me estaba agotando.
Mis respetos y agradecimientos al hermano yak.



El Gangapurna, 7454 m.

Al día siguiente después de un buen desayuno, hacemos una caminata para pasar los 4000 m y regresar a dormir abajo. Es la técnica de aclimatación a la altitud.

Manang desde la subida.

Gangapurna. Montaña, glaciar y lago.

Según me cuanta Raj, la lengua del glaciar ha retrocedido considerablemente en los últimos años.



Arriba coincidimos con otros viajeros.

Después de comer, una siesta y paseo.


Esta mujer está rezando el rosario al estilo budista.



Día 3 de Junio, dejamos atrás Manang.


Descanso a medio camino.

¿Altar?

Llegada a mediodía a Yak Kharka, a más de 4000 m.
Es el último pueblo hasta que bajemos del paso del Thorong La.
Apenas unas pocas construcciones, y en esta época muchas tiendas de campaña con familias enteras que vienen a recolectar un hongo, yarsagumba, que crece en alta montaña y se paga mejor que el oro. En cuanto alguien dice que un producto es afrodisiaco y devuelve el "vigor", ¡zas!, se dispara de precio.

A la tarde damos otro paseo de aclimatación.

Yaks, los legendarios bóvidos del Himalaya.



Este se ha dado cuenta de que me gustan las hamburguesas.

Hoy es el cumpleaños de mi padre y llevo varios días sin comunicación con mi familia, así que aprovecho que hay un teléfono por satélite público. Tras hacer cola consigo hablar con Mila, mi mujer, aunque malamente pues apenas se oye, al despedirnos me dice que el rey ha abdicado. Y yo aquí con estos pelos, que van a pensar en palacio.


Creo que a estos chavalines no les afecta mucho la abdicación.

Y esta me mira como yo miraba al yak.
Bueno, a cenar y a dormir, que mañana toca cruzar el Torong La hacia el antiguo reino de Mustang, un paso de 5416 m. Nunca he ascendido tanto.

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