Viaje al este, a los territorios navajos, para ver el Cañón del Antílope, una maravilla de piedra de arenisca esculpida por el agua de lluvia, como pude comprobar in situ.
A lo largo de la carretera se ve otro estilo de vida, un tanto nómada y sencillo
Mercado de artesanía al lado de la carretera. Territorio navajo
El Gran Cañón del Colorado no es el único, a lo largo del desierto la tierra se abre donde menos te lo esperas y muestra su "profunda" belleza
Foto de un hispano hecha por un francés en USA
Continúo el viaje
Central térmica de los navajos al lado del Antelope Canyon, parece que el pueblo navajo ha cambiado algunas cosas
A partir de aquí, cambio de coche. Un pura sangre indio
Partida de cartas de los conductores indios
Cielo del desierto
Esta es la rambla que tras unos kilómetros lleva a la entrada
Llegando a la grieta de entrada
La boca del cañón
Nuestra conductora navaja nos guía con cierta prisa, amenaza lluvia y eso no es bueno aquí.
Aclaro que la mujer no era de Albacete
Hay más grupos en la grieta
Formas y colores
La lluvia empieza a manifestarse
Llegamos al otro lado y nos dicen que demos la vuelta rápidamente, la rambla se inunda
Esto se pone divertido
De nuevo en la boca. Cae agua y arenisca por todos lados
Nos hacen montar en el primer vehículo a mano, y a la carrera
Para mí que a los navajos les gusta correr por el desierto
Ha sido una visita rápida pero emocionante. Lastima que el otro cañón (hay dos) haya sido cerrado por la inundación. Otro año será
Despedida y cierre. Ahora toca cruzar el arco
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