De América a Oceanía, del hemisferio norte al sur, del otoño a la primavera. El día 26 de Septiembre ha desaparecido de mi vida. Salí de San Francisco el 25 y llego a Auckland el 27. La línea de cambio horario se ha cobrado las horas que voy ganando al viajar hacia el oeste. "Viaje al Oeste", pierdes un día, ganas 24 horas y algo más. Tendré que buscar en mis bolsillos a ver qué es lo ganado.
Llego al amanecer a Auckland, la ciudad más grande y dinámica de Nueva Zelanda. No puedo decir que sea bonita en general, pero me parece una ciudad con una fuerte personalidad, mezcla de vieja ciudad portuaria colonial británica y ciudad ultramoderna, con sabor a mar, ubicada en un istmo irregular entre el Mar de Tasmania y el Pacífico Sur, dispersa entre colinas. Una ciudad mestiza, con polinesios, europeos, chinos, indios, etc, y ambiente universitario, cosmopolita y comercial. Me ha resultado acogedora y con gente muy amable y tranquila a pesar de ser una gran urbe.
Toca ajustar el reloj y mi cabeza, he perdido un día y aquí es primavera
Entrada al puerto. Un toque británico
Se percibe la calma en esta ciudad
El ayer y el hoy
En este país adoran el mar, mucha gente tiene embarcaciones y las usan frecuentemente (a diferencia del nuestro, donde muchos las tienen para pertenecer al club náutico)(sin ánimo de ofender).
Árboles del Albert Park
Lugar de encuentro y charla
Primavera
Una visita a la galería de arte
El arte de la contemplación
Formas
Más formas
Interiores
Interiores y exteriores
¿Qué piensas?, ¿qué sientes?
Y fuera, la ciudad mestiza
Antiguos bares del puerto. Confieso que en uno de ellos, una rubia me hizo aficionarme a la cerveza
Edificio con pasaje comercial. Strand Arcade
Town Hall. Ayuntamiento
La omnipresente torre de TV
Edificios victorianos
La torre al atardecer, desde el parque
La universidad
Toca irse de Auckland. Como no encontraba el volante del coche, tuve que irme en autobús
¿Quién necesita mirar hacia fuera si tenemos movil "inteligente"?
Más que la arquitectura me han impresionado los árboles con esas ramas retorcidas y casi arrastrándose por el suelo:¿Pidiendo perdón?
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