domingo, 26 de enero de 2014

VIENA (11 y 12 de Noviembre)

Viena, la ciudad imperial, grandiosa y monumental. Quién diría que el pequeño país que hoy es Austria fue un  día, no muy lejano, un gran imperio. Desde luego hay que reconocer que es una ciudad con estilo, mucho estilo.

!Por fin en zona euro €¡, ya no tengo que andar liado con los cambios de moneda.
Tras llegar a la estación de Meidling me apaño como puedo para coger el metro, ¿por qué cada ciudad tiene un sistema diferente?, me siento como un paleto cada vez que llego a una nueva ciudad y tengo que enterarme del funcionamiento. 

El albergue está bastante bien y aunque he llegado fuera de horario tienen la amabilidad de darme de comer. La habitación es un poco obscura y me ha tocado unos compañeros que parecen zombis, pero bueno, yo tampoco soy la alegría de la huerta, voy a ver la ciudad.

Estoy muy cerca del centro. Llego en apenas diez minutos andando por la calle Burggasse.

Me gusta lo que veo. Es una ciudad cuidada, armoniosa y parece agradable para vivir.

Iglesia de San Ulritch.

Al final de la calle, ya en el centro monumental, el Volkstheater.

Y por supuesto, tranvías.

Uno de los varios palacios imperiales, ...sí, hay varios. Ahora museo de Historia Natural.


Burggarten, jardines de la fortaleza.


El invernadero. Con restaurante incluido.




La Ópera.

Vista frontal.

"En un café de cuyo precio no quiero acordarme...".Eso sí, qué glamour.
Y siguen con la buena costumbre de poner un vaso de agua con el café o chocolate, vieja costumbre que se perdió en España hace años. Si mi abuelo levantara la cabeza...

Y ahora algunos ilustres personajes:

La emperatriz María Teresa
(Sí, la de la Isabel)

El emperador Francisco José.

Archiduque Albrecht de Habsburgo
(en la entrada del Museo Albertina)

!!!Mozart¡¡¡

Goethe

El archiduque Carlos y al fondo el Ayuntamiento.

Ayuntamiento sin archiduque.

Patio interior del Palacio.

Taxis ecológicos.


Plaza de José II

Iglesia de San Miguel.

Templo de Teseo (copia).

El Burgtheater.

Monumento a Julius Raab (político austriaco) en el parlamento.

Y muchas edificaciones que me encantan.


San Esteban, catedral de Viena.


Sus dimensiones y lo angosto del entorno no me permiten dar una imagen fiel del conjunto.
(Recomiendo un vistazo con zoom de satélite en Google Maps de Viena, es muy bueno).

Interior.

Piedra, luz y color.

El altar de Wiener Neustadt, S. XV.

Imprescindible visita al Parque de Atracciones, el Prater (de prado, como se conoce la zona). Finales del S. XIX.


La fascinante y enigmática noria. Casi destruida por los bombardeos de la II GM, fue reconstruida, pero con sólo quince cabinas de las treinta originales.

La noria por excelencia, inmortalizada por "El Tercer Hombre".

Me atrapa. Doy vueltas a su alrededor para terminar dando una vuelta en su interior.


Buscando al tercer hombre, ¿quién será?.


La vista de Viena desde aquí es sublime.

Línea del horizonte en grises y azulados recortada en la luz.

Y a sus pies los colores del otoño en Centroeuropa.

La catedral a lo lejos.

Hacia el otro lado se extiende un gran parque arbolado que acaba en los grandes árboles de humo.
¿Una metáfora?.


Vamos bajando, se acabó la vuelta al cielo.


Iglesia de San Francisco de Asís, a orillas del Danubio.

Canal del Danubio.

El majestuoso Danubio.
Ahora entiendo lo del vals de Danubio Azul.

Me encantan las ciudades con río.

Contraluces en el río



La parada de autobús.

Esperando.

Personajes de la ciudad.

Calle Graben.

Palacio Palffy del S. XVI.
He comprado una entrada para un concierto de música clásica esta noche. No podía irme de Viena sin algo de música.

La Ópera y la escalinata del Museo Albertina. Sí, eso que parece un cartel de Matisse es una escalera.


Y el sol se va despidiendo.

La clásica Volkswagen


Calle Kohlmarkt y la Capilla de Palacio, la de los niños cantores.

La Ópera iluminada.

Llegó la hora del concierto en el Palacio Palffy.

Sala Fígaro, donde tocó Mozart.

Un momento del concierto con danza (no se estaba quieta, no hay quien le haga una foto decente).

Teniendo en cuenta mi ignorancia musical, ha estado bien.

Último paseo nocturno por la Viena imperial.
 Me ha quedado mucho por ver, es una ciudad grandiosa.






 Todo es diferente en la noche, a veces parece que los edificios y estatuas cobran vida.
Hasta la vista, piedras de Viena.



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