miércoles, 15 de enero de 2014

CHRISTCHURCH (15, 16 y 17 de Octubre)

Tras dejar la estación de Greymouth, me dirijo a mi última etapa en Nueva Zelanda, Christchurch, atravesando los preciosos Alpes (neozelandeses) en el tren panorámico, el Transalpino. Las vistas son dignas de fotografiar, a pesar de los inconvenientes del cristal de la ventana. Lastima de no pasar una temporada recorriendo las montañas y lagos, eso sí, con compañía y mejor tiempo. Bueno, empieza el viaje, ¡a cruzar la isla de oeste a este, del mar de Tasmania al Pacífico Sur!

Viaje en panavisión

El tren entre el río y las colinas de Greymouth

El río Grey


De vez en cuando granjas aisladas


Prados anegados por las lluvias de la primavera austral


Pasando junto al lago Brunner




Poco a poco, el tren se va internando en las montañas buscando el paso de Arthur para cruzar la isla.


Empezamos a ver las últimas nieves de la temporada. Más al sur las nieves son perpetuas




Siguiendo hilos, pasando postes




Al llegar al paso de Arthur hacemos un trasbordo. 
A pesar de mi "fluído" inglés (jajaja), no consigo enterarme del motivo


Aprovechamos para respirar el aire frío y hacer alguna foto desde el exterior.






Vamos saliendo de las altas montañas y llegamos a la zona este


Se aprecia un cambio de clima, por aquí está más soleado y los campos más floridos






Siguiendo el río Waimakariri



Atrás quedan las montañas, las praderas y las lluvias torrenciales, ahora vemos llanuras agrícolas y cielos azules. Estamos llegando a Christchurch

Otra ciudad cosmopolita de corte europeo, y con muchos sitios donde comer y tomar un buen café


Christchurch, capital de la isla sur, con aire clásico y una cierta obsesión por parecer británicos. A pesar de todo (que no se me ofendan los británicos), es una ciudad alegre y con gentes amables. Amabilidad que he encontrado por todo el país, dicho sea de paso

Les gustan las terrazas al sol

El albergue

Neogótico por todos lados

No son las afueras, es el centro

El río Avon serpentea por toda la ciudad y la embellece


Embarcadero del río

¿Cambridge?, no

El jardín botánico es impresionante, una maravilla, una inmensa variedad de plantas y árboles que están en plena explosión de colores y formas. Me paso las horas en él.





























Azul y rojo
(sin más comentarios)

También hay muchos árboles pintorescos, como esta secuoya gigante plantada hace cien años


Creo que un cedro

Eucalipto

Éste es un no sé qué


Y por supuesto los patos


Parecen pintar en los reflejos del río



Chiquitín aprendiendo los colores. Hoy toca el verde

Cazador de patos en papel


En el lago Victoria, al norte del parque





Escultura


El invernadero centenario, todavía cerrado por los daños del terremoto

Campana japonesa de la paz. Hay varias por todo el mundo. ¿Serán suficientes?.

Y dentro del parque también está el museo. ¡It's free!.
Esto son los huesos del moa, un pajarillo gigante ya extinguido


Figuras mahoríes

Trineo de Amundsen, en la sección antártica


Algunos de los primeros tractores de la Antártida





Y los queridos kiwis. Me hubiera gustado fotografiarlos al natural cuando los vi hace unos días, pero son tan delicados que no dejan ni hacerles fotos 

Y ahora un vistazo a la parte triste. Dos años después del terremoto que provocó alrededor de 200 víctimas mortales, la ciudad sigue plagada de heridas. Hay muchos edificios históricos apuntalados y en obras, manzanas enteras del centro totalmente aplanadas y vacías, edificios en ruinas y calles cortadas. 





Grúas y obras por todas partes


La catedral, símbolo de la destrucción de la ciudad




Los postes del viejo tranvía siguen esperando para volver a sostener las catenarias


Continúan las demoliciones por parte de los gigantes de acero


En la lista de espera




Casas marcadas que nunca volverán a albergar vida

Pero la ciudad sigue con vida e ilusión, hay actividad por todos lados.
Parece que son capaces de mover la Luna


Han creado un simpático centro comercial improvisado para los comerciantes y empresas afectados.
El símbolo de que la vida sigue

"Lucha interior"
En efecto la vida sigue y no se para. Me despido de Nueva Zelanda con dos esculturas al aire libre del Centro para la Dislexia. Están hechas por artistas que la han superado o han  sabido convivir con ella.
Me parecen maravillosas


"Enamorarse" (caer en el amor)


Un pedacito de mi corazón se queda aquí.

See you New Zealand!







No hay comentarios:

Publicar un comentario